MI DIOSA

Luzco tacones nuevos y un bolso dice mi nombre a traves de aquel escaparate, resaltan mis uñas negras diamante de chanel, siempre estoy con un cafe en mi mano izquierda, en la otra llevo un cigarro de la marca mas cara, fumando el dinero que me distingue de ellos, a veces soy cruel, doy tendencia a revistas de alta costura, me inspiro en las grandes musas de la moda, sigo mi instinto depredador de tarjetas de credito, abuso, gasto, derrocho en fiestas sin hora prevista, pero la verdad, adoro como soy.(BLAIR)

jueves, 21 de abril de 2011

UU.

Vivimos esperando que nos pasen cosas maravillosas y deseando tener aquello que no tenemos. Lo queremos todo y cuando lo conseguimos, no nos llena. Vemos en los demás cualidades que nos faltan y regalos que no nos hicieron. Nunca miramos aquello que nosotros sí tenemos y nos hace únicos. No nos damos cuenta que no buscamos ser como los demás sino encontrarnos bien con nosotros mismos. Mirarse al espejo y pensar: soy feliz. Creamos expectativas creyendo que seríamos tan felices como el otro si tuviésemos aquello que le hace feliz. Pero no, debemos buscar en aquellas pequeñas cosas que nos hacen feliz a nosotros mismos, momentos del día a día, migajas de una felicidad que no existe. No estoy siendo pesimista, al contrario. La felicidad está ahí, a la vuelta de la esquina. Si vas mirando más allá de esa esquina, te pierdes ese momento feliz. No deberíamos tener tantas aspiraciones. Está bien tener sueños pero es más importante ser feliz con lo que se tiene.



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